Natación vs Running: ¿quién gana la carrera del bienestar?

DEPORTE & LIFESTYLE

Si enfrentamos a la natación y al running, la carrera va a estar peleada. Enterate cuál de estos deportes es el ideal para vos y por qué. ¡Que gane el mejor!

 

El enfrentamiento de los nadadores y los corredores

¿Nadar o correr?

La decisión está difícil, porque los dos deportes son igual de completos. Aunque, muchos especialistas afirman que no son compatibles entre sí. Parece que hay que decidirse por uno. Pero, antes de decidirnos, lo mejor es saber qué cosas los diferencian.

 

 

El agua, un clásico

La natación es uno de los deportes más completos, porque permite trabajar todos los grupos musculares, mejorar la respiración, el sistema cardíaco, y, sobre todo, es apta para cualquier edad.

Comparada con el running, la natación tiene menos impacto en las articulaciones, sobre todo en las rodillas. También mejora la postura y es uno de los deportes más recomendados para personas con problemas de espalda.

Otro punto positivo es la relajación que disfruta el cuerpo después de practicar este deporte, que nos deja en un estado de relax absoluto.

 

 

El running, está de moda

Correr cada vez tiene más adeptos, porque está de moda la disciplina y todo lo que la rodea, como la indumentaria, los grupos de corredores, los circuitos y hasta los batidos ideales para rendir más.

El running parece ser más efectivo en comparación con la natación si nuestra intención es bajar de peso, más allá de la quema de calorías que debería ser superior, es más fácil de realizar porque necesita menos preparación: con unas buenas zapatillas basta. También, brinda la libertad de poder practicarlo en cualquier lugar y en cualquier momento del año. Estas facilidades son ideales para las personas que siempre encuentran una excusa para decidir no entrenar.

 

 

Los pros y los contras

Si ponemos en la balanza la natación y el correr vamos a tener un resultado bastante equilibrado, porque los dos deportes son buenos, completos y positivos para la salud.

Pero, para definirnos por un bando entran en juego algunos factores como nuestros gustos personales y los objetivos a los que queremos llegar.

 

 

Sobre gustos

Hay gente que simplemente ama el agua, y otras personas que no son tan fanáticas de las piletas, el mar o los lagos. Este es un factor importante que muchas veces se pasa por alto: si vamos a nadar, nos tiene que gustar el agua.

Y el tema de los gustos no queda sólo en esto, también tenemos que pensar que para la natación necesitamos mucha más preparación, entonces hay que plantearse si realmente tenemos ganas de ésta.

No nos olvidemos que para nadar tenemos que desplazarnos hacia una pileta, lago u océano. Y además necesitamos elementos indispensables como el traje de baño, llevar ropa para cambiarnos, elementos para bañarnos después de entrenar, etc.

 

 

En el otro equipo está el running, ideal para los que no son fanáticos del agua ni de la preparación previa que necesita la natación. Simplemente tenemos que calzarnos las zapatillas y salir a correr.

 

 

Otro punto a favor es que, generalmente, es una actividad gratuita, porque no necesitamos inscribirnos en una pileta climatizada en invierno ni tanta indumentaria costosa para practicarla.

Aunque, el lado negativo puede aparecer si hay lluvia, mucho frío o demasiado calor. Acá empieza a ser una alternativa elegir una cinta.

 

 

Sobre nuestro cuerpo

Hay que tener en cuenta algunos factores corporales para decirnos por uno de los dos deportes que decidimos enfrenar en este artículo.

Por ejemplo, si tenemos problemas de articulaciones, rodillas comprometidas, várices, problemas de espalda o circulatorios, correr no sería la opción recomendada. Incluso podría desencadenar alguna de estas condiciones si tenemos predisposición, si no estiramos correctamente, si no precalentamos, o si no elegimos el calzado recomendado.

Para todas estas afecciones antes nombradas la natación no sólo es mucho más amable, si no que hasta puede contribuir a solucionar muchas condiciones, como los problemas de espalda, circulación, músculos y articulaciones.

Además, en los momentos de altas temperaturas, como el verano, el running se hace mucho más riesgoso que la natación, porque podríamos sufrir un golpe de calor, deshidratación o agotamiento.

 

 

¿Y si hay un empate?

Más allá de los factores que hacen a la natación o al running ideales para determinado tipo de personas, al tratarse de dos deportes tan completos, casi siempre son beneficiosos, incluso combinados.

Hay varios expertos que afirman que son dos disciplinas incompatibles, pero la realidad es que mucha gente elige combinarlas para lograr un entrenamiento total.

 

 

Combinando natación y running lograríamos sacar lo mejor de cada uno de estos dos deportes, porque activaríamos nuestros músculos mientras mejoramos la postura, reforzaríamos el sistema respiratorio y cardíaco mientras fortalecemos las articulaciones, y así sufriríamos menos lesiones corriendo y tendríamos músculos más fuertes a la hora de nadar.

Y, lo más importante de la combinación, es que evitamos que los músculos se acostumbren a un solo tipo de ejercicio, y los hacemos trabajar de forma diferente según el medio en el que nos encontremos: agua o tierra.

 

 

Fuente consultada: eresdeportista.com

Imágenes vía: unsplash.com

Nota por: Melina Pariente

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