Ruidos de mar en mis pensamientos

CRÓNICAS INSTANTÁNEAS. En la costera ciudad de Mar del Plata, sin importar el clima, o la luz del día, puede verse la minúscula y lejana figura de Catalina Giaccaglia, sumergida en el medio del mar, lo que parece ser su hábitat natural.  Ni el dolor físico, ni la fuerza del oleaje persistente podrá torcer el destino marcado por ésta valiente y testaruda  fonoaudióloga de 35 años, que en su agenda, allá por septiembre de éste 2019, presenta el descomunal desafío que implica cruzar el Canal de la Mancha, objetivo que estadísticamente, solo el 10% de los nadadores logra superar.

Pero la vida transita cómo ella misma define en descubrirse día a día, en  guiarse por las sensaciones, por el disfrutar de lo que se hace, y por asombrarse por cada paso recorrido.

Yo nade toda mi vida. Me crié en un balneario de Mar del Plata. ¡Mi papá me enseño a nadar en el mar, no en una pileta! Nunca lo tome a modo de competencia, y hace 3 ó 4 años empece a meterme en carreras a modo de diversión, por probar cosas nuevas, y eso me llevo al mundo de la natación de aguas abiertas.

–¿Quién te acompaña en esto?

Conocí mucha gente. Entre ellos a Claudio Plit (reconocido nadador argentino), en la época que estaba  armando el primer desafío del Atlantico Sur en Malvinas. Eso hizo que empezara a conocer que hay otras posibilidades, fuera de mi ciudad. Si bien compito, lo mío no es a nivel profesional ni de alto rendimiento. Empecé de grande a competir, lo hago por pasión, no pretendo ser la numero uno. Si bien, en mi categoría me va bien y eso es un incentivo.

¿Quién fue tu inspiración en aguas abiertas?

Primero fue Claudio (Plit). Tiene historias para contar de todos lados del mundo. Después Pilar Geijo (tetracampeona mundial de aguas abiertas), también Tita Llorens, que hizo unos cruces divinos. Me llama mucho la atención los cruces largos, los desafíos, donde el premio es llegar, como el cruce del Canal de la Mancha. El poder que uno tiene, que pasa de la fuerza física, es mucho la cabeza.

¿Cuánto tiempo antes se prepara un cruce como el Canal de la Mancha?

Me dieron el turno hace 2 años. No lo dan sobre la fecha. Es mucho tiempo. Todo pasa tan rápido!  Uno lo proyecta y lo puede trabajar, pero de ahí a firmar un contrato y cumplirlo como sea es muy fuerte.

¿Cómo es una rutina diaria de entrenamiento?

Entreno todos los días. Descanso algún que otro domingo cuando me siento muy fatigada. Hago trabajos de velocidad en pileta 3 ó 4 veces por semana y el resto de los días hago distancia en el mar. Me estuve metiendo al mar y haciendo entrenamiento de 8 horas, probando hidratación, comer sin agarrarse del bote, hacer pis, que era un tema enorme porque yo tenia que parar, y si paraba para hidratarme y hacer pis no terminaba nunca! También el tema del frio y otros detalles.

¿La parte mental supongo que es muy importante en todo esto, como se entrena?

Yo creo que tiene mucho que ver la personalidad. Soy una persona tranquila. Y lo disfruto mucho. Porque pasas por muchos estados. Al principio recién arrancas, te falta el aire hasta que te acomodas, si metes bien la mano, la técnica, todo lo sensorial. Cuando va pasando el tiempo se acomoda la respiración, el movimiento se hace mecánico, y ahí ya entra en juego la cabeza. Te vas planteando cosas de la vida, del presente, del futuro, porque hay tiempo para todo. A mi me encanta eso! Quedaste en piloto automático, y ahí entran a jugar los pensamientos.

¿Aparece el miedo?

El miedo está hasta el minuto antes de tirarte al agua. Ansiedad. Es una mezcla de cosas. Una vez que me tiro al agua ya está, es un medio conocido. En aguas abiertas, aparte de la preparación que uno tiene, influye todo lo externo, que nunca es igual y no es previsible.

¿Cómo surge esta posibilidad de cruzar el Canal de la Mancha?

Fue idea de Claudio, después de Malvinas. Lo cruzó dos veces y además acompaño a varios nadadores. Me dijo: vos lo podrías hacer. Me metió la ficha y ahí arrancamos.

¿Tenés apoyo económico?

No. Es muy difícil eso. Logre conseguir un pasaje que me lo donó el Banco Ciudad. A partir de Malvinas conocí a Julio Aro, que es el presidente de la Fundación No Me Olvides que entre otras cosas trabajó muchísimo en el reconocimiento de cuerpos en el Cementerio de Darwin en Malvinas. Trabaja mucho con Geoffrey Cardozo que hizo el Cementerio de Darwin. A través de ellos conseguimos el pasaje. Mi puerta a todo lo que se me ocurra, siempre fue Malvinas. El hecho de ir a Inglaterra, saber que tengo el apoyo de Cardozo es una forma de unión, ahí empiezo a ver cómo a través del deporte no hay fronteras. Desde el municipio me hicieron una pequeña contribución pero no hay plata en ningún lado.

La Triple Corona de las aguas abiertas, ademas del Canal de la Mancha, comprende Canal de Catalinas y la Isla de Manhattan. Dentro de tus ambiciones, ¿está completarla?

Si, la verdad me fascinaría hacerlo. Quiero tener primero la experiencia del Canal de la Mancha, que sería el más difícil de todos. Cada uno tiene su dificultad, pero este tiene mucha correntada y otros factores que no tienen los demás. Canal de Catalinas el año próximo e Isla de Manhattan el otro sería un ideal. Cada cruce individual implica contratar una embarcación, más pasajes, estadías. Si económicamente me diera, lo haría fascinada.

Las travesías de aguas abiertas se dan en paisajes increíbles. ¿Podes disfrutarlos?

Lo disfruto. Me gusta eso. Seria eterno estar pensando todo el tiempo en la otra costa. Seria comerme la cabeza y no disfrutar del camino. Por ahí hay momentos donde hay dolor o frío, y es saber o trabajar en la cabeza que eso va a pasar, pero no porque quiero llegar y ya, sino pensar que es algo normal, y mientras tanto estoy ahí y hay que disfrutarlo.

¿Cuál fue tu primera carrera?

La primera fue en Mar del Plata, se llama Entre dos escolleras. La organiza el club Náutico. Me encantó, llegué bien. Quedé tercera en mi categoría. Hice podio y todo.

¿El Canal de la Mancha que distancia tiene?

En dirección recta tiene 34 km. Que nunca se hace recto porque tiene mucha correntada. Vamos a ver cuánto me desvío y cuántos kilómetros voy a hacer. Una persona muy rápida puede hacer menos kilómetros, porque se desvía menos.

¿Cuándo salís del agua, que es lo primero que sentís?

Yo me siento feliz. Salgo re contenta. Y si me castiga, más todavía! En la carrera largamos todos juntos, y lo primero que cuidas es que no te golpeen o que no te desacomoden las antiparras, porque después es difícil acomodártelas de nuevo y que no te entre agua. Después es ver en qué pelotón me puedo enganchar. Si tengo algún compañero para ir siguiendo. Y cuando llegas siempre hay uno con el que hiciste la mitad de la carrera y no sabes quien es. Pero llegas y te felicitas, y le agradeces. Eso lo tomo como lo mas lindo. Yo lo tomo por ese lado, no es la competencia a full. Si doy todo y trato de exigirme, pero ese es mi punto de vista, que no es el de todos.

¿Tuviste ganas de salirte del agua antes de llegar?

No. Si me paso en una carrera larga dónde estuve 15 o 20 minutos en el mismo lugar. Y decir: No estoy avanzando nada! Pero tampoco retrocediendo. Pero no te queda otra que seguir nadando. Entonces sin desesperarme, en algún momento iba a salir, y pasó. Trato de ir regulando la respiración, hice mucho yoga y eso me ayuda a no agitarme. Vas haciendo más consciente todo, uno se conoce el cuerpo, sabes hasta donde podes dar. Estas ahí y la tenes que pelear como sea, quizás por dignidad. Es pensar, tener la estrategia y no desesperarse.

Complétame la siguiente frase: ¿la natación es…..?

La natación es libertad. En el mar.

¿Otra pasión?

Me recibí hace poco de fonaudióloga. todavía no empecé a ejercer. Empecé la carrera de grande. Pienso hacerlo cuando vuelva del canal. La parte de salud me encanta. Tengo muchas ganas de explotar eso.

¿Hincha de?

Independiente! Desde chiquita!

¿Otros deportes?

No me enganché con otros deportes. Solo con la natación. Esta bueno que la gente se enganche (con las aguas abiertas). Hay muchos que arrancaron de grandes como yo, o mas grandes. Es un mundo totalmente distinto, uno experimenta la libertad. Estas en el agua y no controlas el cuerpo, te dejas llevar por el movimiento del mar.

Hay cosas que emocionan. Y nos llegan hasta el alma. Aunque a simple vista no sea fácil de percibir, en la cabeza, en sus pensamientos, y en el corazón de Catalina Giaccaglia, tirarse al agua fría de mar, es justo donde la vida le regala una nueva anécdota en cada brazada. Quizás por eso, tiene una sonrisa que ilumina todo a su alrededor. Un motivo llamado felicidad.

por Vitto V.

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