FIGURAS QUE INSPIRAN
En la historia de Bárbara Hernández, desde sus difíciles inicios y su apodo de Sirena de Hielo hasta los títulos mundiales, son todas grandes escenas para relatar y más aún de la propia voz y palabras de su protagonista.
He visto a la Sirena en vivo y en directo en Chile. Había una competencia en el Lago Llanquihue en la Región de Los Lagos. Ver a Bárbara en el agua era una imagen formidable. Por eso, cuando Cronometraje Instantáneo me encomendó la misión de entrevistarla y compartirlo en este blog resultó ser un desafío interesante. No todos los días se puede entrevistar a una mujer así, deportista de talla mundial, con una gran historia y compatriota. De seguro sería un gran artículo.
Transcurrido muy poco tiempo de la revalidación de su título mundial en aguas gélidas y, como ella misma comentaría luego, llena de nuevos proyectos y desafíos, era claro que tendría una agenda ocupada. Sin embargo, entre todos sus compromisos se hizo un tiempo para nosotros.
Las palabras de Bárbara no solo contienen fragmentos importantes de su historia, narrada en primera persona, sino que también nos deja una cuota importante de inspiración.
¿Por qué aguas gélidas? ¿Dónde comenzó todo?
Para mí, la natación extrema o en aguas que vayan de 0° a 5°, en realidad es un derivado de lo que es aguas abiertas que es lo que siempre me ha gustado nadar. Empecé en piscina tradicional y a los 17 años de edad conocí esta otra forma de nadar que era en el mar, ríos y lagos.
Moviéndome siempre en este mundo de las aguas abiertas fue como pude nadar a puro aguante y mucha perseverancia el Estrecho de Magallanes, el Canal de Chacao, una maratón en Chile de Concón a Valparaíso (22 kms) y el lago Titicaca.
Compitiendo en piscina por la universidad me invitaron a participar en un torneo en Argentina en el Glaciar Perito Moreno, donde conocí nadadores de todas partes del mundo y descubrí esta disciplina que consiste en nadar en muy bajas temperaturas pero sin el uso de traje de neopreno, sin ningún aislante o grasa.
Así también descubrí que había una Federación Nacional, que tiene un Circuito Europeo, que aspira a ser parte de las Olimpiadas de Invierno. Descubrí este otro mundo de la natación con nadadores que fluctúan entre la natación extrema, nado en glaciares, en aguas muy frías y también las maratones acuáticas y cruces de océanos y grandes canales, que -por lo demás- es super apasionante.
¿Ser campeona mundial es meta cumplida? ¿Qué más hay para Bárbara Hernández?
Siento que voy siempre paso a paso y que cuando termino algo y como que no necesariamente alcancé a disfrutarlo mucho y ya estoy pensando en cuáles son los pasos que siguen; cuáles son los siguientes desafíos.
Creo que lo más importante para cualquier deportista o cualquier nadador es, especialmente, no dormirse en los laureles y quedarme solo con lo ya hecho, sino estar siempre pensando en todo lo que viene y se puede realizar.
Valoro mucho todas las experiencias que tengo como revalidar por segundo año consecutivo este N° 1 del Ranking Mundial pero ya estoy pensando en la temporada que viene y en conseguir los apoyos necesarios.
En menos de un mes tengo el cruce al Canal de Catalina de 32 kilómetros, que es una de las maratones más importantes a nivel mundial. Seis semanas después tengo el cruce del Canal De la Mancha -que es el Everest de los nadadores-. Todos son cruces muy importantes. Ninguna nadadora chilena los ha realizado hasta el momento y se requiere un entrenamiento y una preparación concentrada y con mucha entrega.
Por eso, no puedo estar pensando en lo que ya se hizo sino en mejorar y en todo lo que se viene que para mí ese el infinito y más allá. Espero contar con el apoyo para nadar los siete océanos, la Antártica, para poder seguir nadando en Chile y seguir representando a mi país en las aguas del mundo que es lo que más feliz me hace. Con eso motivar a más personas a que se propongan proyectos, metas, desafíos y que persistan en sus propios sueños.
¿A quién dedicas tus triunfos? ¿Qué piensas cuando sales del agua?
A mi familia. Son los que han estado conmigo desde siempre y que han visto todo el proceso, todo lo doloroso y todas las decisiones.
Sobre todo a mi abuelita que falleció hace no mucho tiempo y que era quien gozaba las medallas más que nadie y era un orgullo para era ella verlas y saber que yo estaba compitiendo. Eso creo que me hacía muy feliz.
Cuando salgo del agua me siento feliz, muy contenta y con ganas de prepararme para la siguiente carrera. Creo que el terminar de nadar es como una de las cosas que uno más disfruta. Disfruto al máximo cada sensación. Miro la gente, las carreras, espero a mis amigas que están nadando y grabo esas imágenes conmigo porque creo que son recuerdos de vida y no sé por cuánto tiempo más podré seguir representando a mi país o teniendo el apoyo necesario para hacerlo, que es lo más importante.
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¿Dirías que estás en tu mejor momento?
Creo que eso es algo que deben definir otros. Trabajo muy duro y me propongo metas que pueda convertir con mucha perseverancia y tenacidad, cosas concretas y les doy un significado que sea lo que le dé sentido a todo lo que se está haciendo pero no me veo como algo limitado en el tiempo.
Como tengo siempre más anhelos y más objetivos de seguir haciendo cosas, espero siempre sentir que lo estoy dando todo y que el esfuerzo siempre tiene su resultado. Eso es lo más importante para mi. El resto tendría que evaluarse desde afuera tal vez por los resultados. Es una pregunta que me cuesta responder, en realidad.
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¿Es importante para ti el reconocimiento de tus logros?
Sí pero en la medida que esos logros yo los pueda transformar en algo que motive a los demás, que sea con mucha responsabilidad, algo que pueda ayudar a niños o adolescentes a acercarse a la actividad física, motivar a adultos mayores, personas de todas las edades.
Siempre digo que para mí nadar es una forma más de demostrar que los imposibles no existen por la determinación y el esfuerzo. Suena super simple pero es mucho más difícil de lo que suenan porque significan vivir también en consonancia con esa entrega y disciplina y con eso motivar a otras personas a plantear sus propias metas.
A medida que mis logros o reconocimientos se visualicen, tengo la oportunidad de decir estas cosas y de poder colaborar, ayudar y motivar a los niños o simplemente decir esas cosas que a uno nunca le dijeron cuando chico: que va a ser difícil, que va a costar, que te van a dar ganas de dejarlo.
En esa medida si es importante para mi y agradezco infinitamente cada uno de los reconocimientos que he tenido hasta ahora. Tampoco permito que eso me obnubile, siempre estoy pensando en lo que viene; que son procesos largos, que no puedo ser tan apurona con todo lo que quiero ahora ya y que muchos de los logros que se ven ahora son consecuencia de 10 a 15 años de mucho tesón hasta que las personas se atrevieran a creer en mí y me ayudaran con apoyos o con permisos para poder nadar.
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Para finalizar, ¿cuál crees que es la virtud que marca tu diferencia?
Lo puedo decir muy rápido: La perseverancia y que tengo un agüante que estoy dispuesta a empezar de cero cuantas veces sea necesario con todo lo doloroso, frustrante y agotador que puede ser porque planeo vivir de mi pasión y con mi pasión, tome el tiempo que tome y persistiré en eso.
Creo que es lo que ha marcado la diferencia con nadadoras que son muchísimo más rápidas que yo, más talentosa o todo lo que puedas imaginar. Mi constancia y mi aguante es lo que ha marcado la diferencia y me ha permitido disfrutar y lograr estas cosas. Representar a mi país en las aguas del mundo como me gusta decir porque me hace infinitamente feliz.
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Agradecemos a Bárbara por su tiempo y cercanía en esta entrevista y esperamos estar ayudando a difundir su mensaje:
“Con determinación y esfuerzo los imposibles no existen”.
Bárbara Hernández
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Por: Yinki Lobo
