Corazón argentino, con estilo francés

CRÓNICAS INSTANTÁNEAS. Cualquiera en su casa tiene una mesa de Ping pong. Asociada a un buen asado, a una juntada con amigos o una rica merienda, forma parte de eternas batallas. Pero hay gente, como Camila Argüelles que de este deporte hace un arte y entonces, lógicamente, deja de llamarse Ping pong.

El tenis de mesa en el mundo, tiene un desarrollo diferente a lo que sucede en  Argentina. Y mas precisamente en Francia, es donde inicia nuestra historia.

Camila se define como integrante del seleccionado de tenis de mesa. Omite, al menos por un momento, que se trata del argentino. Porque las circunstancias de la vida hicieron que esta Doctora en Biología Celular, naciera en Francia, y a pesar de todo, nunca dejara de sentirse argentina.

Laura, mamá de Camila, estuvo detenida durante la última dictadura militar argentina. Una de sus dos hijas del primer matrimonio, nació en cautiverio.

Papá Carlos, oriundo de La Plata, ex piloto de fórmula 3 internacional, radicado en Gran Bretaña justo en tiempos de Malvinas. Como tantos otros pilotos argentinos, sus aspiraciones profesionales se frustraron simplemente por oponerse a la guerra. Y por ser argentino obvio. Y el sueño tan concreto de Fórmula 1, se esfumó.

El metro de Paris fue el vehículo para unirlos, donde Carlos al ser expulsado de Inglaterra tocaba la guitarra para ganarse la vida y Laura venía de ser exiliada de Argentina. Y de esa relación nacieron, nuestra protagonista Camila y Matías, su hermano menor.

–¿En qué momento entra el tenis de mesa en tu vida? 

Apareció en la escuela primaria. Acá es pública, entonces los clubes funcionan como asociaciones deportivas que usan las instalaciones del municipio.Cuando tuve que cambiarme a una secundaria a 3 cuadras de mi casa había un colegio que tenia italiano como segundo idioma, que me gustaba.  Y tenían un convenio con el club de tenis de mesa de la ciudad. Y ahí pase de no entrenar a hacerlo 4 veces por semana en septiembre del 2000.

–¿Cuándo se transforma en una pasión?

–Cuando empecé lo hacia como una materia más de la escuela. Me fue muy bien desde el principio. Arranqué a entrenar en septiembre y en octubre en el primer torneo que jugué individual ascendí de división. Después a los 6 meses jugué un selectivo para entrar al equipo del club para el Nacional de Clubes, y lo gané. Salimos terceros a nivel nacional. Al año siguiente clasifiqué para el Campeonato Nacional, sacamos medalla de bronce con mi mejor amiga en dobles. Y ahí ya me empezó a ir muy bien. De hecho me propusieron entrar a un Centro de Alto Rendimiento que no aceptamos, pero estaba entre las mejores de mi categoría a nivel nacional. Lo que entreno tanto a veces me pudro pero obviamente me tiene que apasionar sino no estaría haciendo esto de mi vida.

–¿Quizás es impensado en Argentina, pero se puede vivir del tenis de mesa?

–Sí, se puede vivir. Más siendo hombre que mujer. La desigualdad en el deporte entre hombres y mujeres es muy importante. Hay que estar entre los mejores. Es muy difícil pero sí se puede.

–¿Para quién jugás?

–Para un club que queda a 140km de Paris aproximadamente, hacia la costa de la Normandia que se llama Saint Pierre Lés Elboeufs.

–¿Tenés sponsors?

–No, no tengo.

Entre idas y vueltas, Camila empezó a jugar en el seleccionado argentino a los 23 años. Por ese entonces, ya había comenzado el doctorado, con una carga horaria de 38 o 40 horas semanales. En sus vacaciones, iba y jugaba los torneos. Muchas veces fue sin entrenar, porque terminaba tarde su trabajo y los clubes, regidos por horario escolar, ya estaban cerrados. Hasta que finalmente en el 2017 se recibe, y se dedica de lleno al tenis de mesa.

–¿Cómo llegas a jugar en la selección argentina?

– La primera vez que tuve contacto con el tenis de mesa argentino fue en el 2005, que fuimos de vacaciones para festejar mis 15 años. En esa época no había Internet. Conseguimos el teléfono de River Plate que tenía tenis de mesa. Nos contactamos con Kim Hay Ja (Ex jugadora de tenis de mesa del seleccionado argentino) que me invitó a entrenar. Yo hacía dos meses que no tocaba la paleta y ¡había subido 6-7 kg! Ella estaba muy bien y me ganó muy fácil. ¡Fue como una pesadilla!!. Recién volví a Argentina en el 2008. Me invitaron al CeNARD (Centro de Alto Rendimiento Deportivo), fui y ya quedamos en contacto. Volví en las vacaciones de verano del 2010, y me quedé los dos meses entrenando en el CeNARD. No pude competir en el Torneo Nacional porque no había cupos para Buenos Aires. Me decían que no me podían llamar al seleccionado sin que me conocieran en el resto del país. En  2012 fui a San Juan al Nacional y salí campeona individual y por equipos. Ahí se me abrieron las puertas, me conocieron, vieron mi nivel. Me invitaron en 2013 a participar de un selectivo para Juegos Latinoamericanos y Mundial. Fui, entre primera y en abril jugué mi primer torneo en El Salvador y sacamos medalla plateada en dobles femenino con Ana Codina, con quien nunca había jugado antes.

–¿Sos la número 1 del ranking de Argentina? ¿Estás becada?

–Sí, soy la primera del ranking de Argentina y esta semana estoy 126 en el ranking mundial. Mi mejor posición. Tengo beca del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) y de la Secretaria de Deportes.

–¿El nivel del tenis de mesa argentino con respecto a las potencias esta lejos?

–Estamos muy lejos en cuanto a nivel y cantidad de deportistas que lo practican. En Francia estoy número 100 en el ranking, y es uno de los deportes que mas se practican. En Argentina hay una liga que está bien consolidada y centros de alto rendimiento en distintos puntos del país. Nos falta bastante, aunque hay buenos jugadores, como Horacio (Cifuentes) que está en el top 100.

–¿Hay una jugadora que admires?

–Me encanta cómo juega la actual campeona mundial, Liu Shiwen. No sé si es la más talentosa; por ejemplo Ding Ning, que es la número 1, tiene mucha sensibilidad y  es muy creativa, Liu es muy rápida y lleva el tenis de mesa a un nivel que es para estudiarlo científicamente, la velocidad a la que reacciona es impresionante. No creo poder hacerle ni 5 puntos por set…Jaja.

–Sos una deportista de alto rendimiento. ¿El sueño está cumplido o falta algo más?

–Más que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, me quita el sueño el Preolímpico del año que viene. Para cualquier deportista excepto el fútbol creo, los Juegos Olímpicos son el sueño.

Camila padeció una inflamación (Bursitis) del dedo gordo del pie, que le impidió entrenar con normalidad durante cerca de 9 meses. Ahora sí, ya recuperada está enfocada para lo que viene.

–En tenis de mesa ser zurda ¿tiene alguna ventaja?

–Tiene una ventaja porque somos pocas, entonces una no está acostumbrada a los efectos, trayectorias de la pelota; incluso a mí me molesta, también cambian las tácticas. Sí. Tiene una ventaja pero tampoco es abismal.

–¿Tu lugar en el mundo?

–Me encanta Grecia. Una isla chiquita que vamos con mi familia que se llama Angistri.

–¿Comida preferida?

–Asado. ¡Podría comer carne todos los días!

–Estando en París, ¿qué cosa no podemos dejar de probar o conocer?

–Los crepes de jamón y queso que venden en la calle. Son baratos y tradicionales. En un restaurante las patas de pato. ¡Son muy ricas!. La báguete y la variedad de quesos! Si bien hay miles, el lugar que más me gusta es el del Sagrado Corazón en Montmartre, es un barrio alto con una vista panorámica espectacular de París, con adoquines y las últimas viñas.

–Doctorado, tenis de mesa, ¿queda espacio para algo más en tu vida?

–Retome las clases de piano. Las había dejado porque no tenía tiempo para estudiar. Conozco a mi profesora desde que tengo 9 años. Nos vemos cuando podemos. Y estoy en una Asociación que se llama Asamblea de Ciudadanos Argentinos en Francia (ACAF) donde militamos, básicamente.

–Hay en vos un fuerte compromiso social, ¿es herencia materna? ¿Apoyas alguna causa en Argentina?

–Herencia materna y paterna. Siempre estuve metida en un ambiente muy politizado y militante. Apoyo la campaña a favor de la legalización del aborto y la ley de educación sexual. En Francia el aborto es legal, seguro y gratuito. Cuando estuve en la votación del Congreso allá, sentía que me estaban sacando un derecho que ya tenía. También sigo el tema del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). En algún momento me gustaría volver a la investigación. Duele ver cómo se está desmantelado y eliminando el sistema científico argentino después de una fase de crecimiento que fue excelente. Otra causa es la venta del CeNARD, la casa de todos los atletas argentinos. Es un lástima que se quiera vender por un negocio inmobiliario. También hubo recortes en el área de deportes. Lo estamos sufriendo porque no hay plata para viajar.  Nos arreglamos, pero antes era mucho más fácil. Y es importante que lo podamos denunciar sin temor a qué nos saquen las becas. En una democracia no pueden pasar ese tipo de cosas.

–¿Algún consejo para alguien que recién comienza?

–Disfrutar porque es un juego. Es un deporte que requiere muchas horas de entrenamiento. Si la técnica no está, es importante que te salve la cabeza. La parte psicológica es muy importante. En los entrenamientos trabajar mucho los saques, porque es lo único que depende de uno, el resto es todo reacción. Si uno saca bien puede sacar muchísima ventaja. Después practicar jugadas, porque hay que tener algunos automatismos. Y no dejar de mirar partidos de gente buena, porque mirando se aprende un montón.

Camila Argüelles. Seguramente su historia fue madurando el compromiso con el todo. En el deporte y en la vida. Nada de lo que sucede a su alrededor pasa inadvertido para ella. Y el talento por supuesto, acompañado de pasión, horas de trabajo y sacrificio van alimentando a esta fabulosa deportista que aunque ella no lo admita, se ubicó en la élite del deporte argentino. 

Mezcla de colores, con alma celeste y blanca.

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