Terapia de frío y calor

Para los dolores y lesiones, ¿terapia de frío, de calor o ambas?

El deporte es entrega. Es una pasión movida por una actitud inquebrantable. Sin embargo, nadie está libre de sufrir algún dolor o lesión.

Y cuando a un deportista le ocurre, algunos recomiendan aplicar frío en la zona afectada, otros sugieren calor y hay quienes dicen que ambas.

¿Quién tiene razón? La verdad es que todos. ¿De qué depende aplicar uno, otro o ambos? Te decimos a continuación.

Terapia de frío o crioterapia, ¿en qué casos usarla?

La crioterapia funciona para aliviar el dolor, adormecer una articulación, y reducir la inflamación y el espasmo muscular.

Por ello, se recomienda en:

  • Algunos dolores de cabeza.
  • Bursitis.
  • Calambre después de un entrenamiento físico.
  • Esguince.
  • Hematoma.
  • Tendinitis.
  • Traumatismo.

Debido a que el frío (y el calor) pueden provocar quemaduras si se aplican directamente sobre la piel, es preciso utilizar compresas, en seco, bolsas de agua o sacos de semillas.

Por eso, existen por ejemplo productos como las compresas Backfreeze para aplicarse frío. Tienen la ventaja de tener diferentes tamaños, ser fáciles de transportar y cómodas de aplicar, ya sea en tamaño estándar, mini, max y especiales para el área cervical.

Terapia de calor o termoterapia, ¿cuándo utilizarla?

El calor tiene una función diferente: relajarte. Por su naturaleza, puede aumentar la circulación, reducir el dolor muscular y articular, y aliviar dolores en los que no hay inflamación.

Lo anterior hace a la termoterapia una alternativa funcional en:

  • Dolor articular.
  • Dolor por el periodo menstrual.
  • Lesiones musculares.

También en diferentes tamaños, las compresas Backheat para aplicarse calor están hechas de poliéster, algodón y espuma para ser fáciles de utilizar. Al tratarse de altas temperaturas, cuentan con sujetadores en varias partes para poder ser aplicadas sin quemarse.

La compresa cervical, por ejemplo, combina termoterapia con hidroterapia para reducir la inflamación y los dolores crónicos en el área del cuello y los hombros, con el fin de ofrecer un alivio profundo.

Terapia de frío y calor, ¿es posible?

Si por separado hacen mucho por tu bienestar, ¿qué pasaría si combináramos frío y calor? El primero ayudaría a disminuir la inflamación y el dolor, mientras que el segundo aumentaría el flujo sanguíneo.

Por ello, la aplicación de ambos se recomienda para:

  • Contractura muscular.
  • Distensión muscular.
  • Dolor crónico.
  • Dolor en zonas como cuello, nuca y manos.
  • Lesiones que impliquen inflamación, hinchazón y dolor.

Es importante recordar que, antes de cualquier intervención en tu salud, hay que asesorarse con expertos en el tema (médicos y fisioterapeutas), sobre todo para saber en qué casos específicos NO deben utilizarse estas alternativas.

Como has podido ver, frío y calor están a tu servicio cuando de aliviar el dolor se trata. Ya sea por separado o juntos, pueden ofrecerte el bienestar que hace falta para recuperarte y llegar cada vez más lejos.

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